Rodaballo al horno con tomate
El panko es una especie de rallado de japonés, pero que no está hecho a partir de pan sino de harina de trigo extrusionada. En esta receta utilizaremos este exótico ingredientes para preparar un pescado que es sin embargo muy cotidiano: el rodaballo.
Esta es una receta muy vistosa con la que podemos animar a los niños a comer pescado y que podemos preparar en aproximadamente una hora, por lo que se puede hacer en cualquier momento.
Además, se puede acompañar de patatas, verduras salteadas, una buena ensalada o cualquier otra guarnición ya que combina bien casi con todo. Los ingredientes son para 2 o 3 raciones.
Ingredientes
- 2 tomates grandes o 4 pequeños bien maduros
- 700 g de filetes de rodaballo
- 5 g de tomillo fresco, sin tallos
- 80 g de pan rallado Panko (se puede adquirir ya en muchas grandes superficies, pero sino podemos recurrir a cualquier tienda de productos japoneses o asiáticos)
- 50 g de mantequilla
Preparación
Lo primero que haremos será, como siempre, poner a calentar el horno a 180ºC.
Ahora vamos a escaldar los tomates, metiéndolos en agua hirviendo durante unos 15 segundos, ya que así nos resultará mucho más fácil desprender la piel. Una vez pasen los 15 segundos, los metemos en agua fría y en cuanto hayan perdido el calor los pelamos.
Después de pelar los tomates los cortaremos por la mitad, sacaremos las semillas y los cortaremos de nuevo por la mitad si son grandes. Nos quedarán 8 trozos de tomate en forma de gajo o media luna.
Ahora sazonamos y enrollamos los rodaballos y los colocaremos sobre una bandeja o recipiente de horno no muy grande (más o menos suficiente para que quepan los 4 filetes enrollados cómodamente), en la que previamente debemos haber pintado el fondo con aceite o mantequilla para que no se pegue.
Sobre cada uno de los filetes colocaremos una tira del tomate y el resto lo dejaremos en los huecos de la bandeja.
Ya sólo queda espolvorear una buena cantidad de Panko que cubra bien toda la bandeja, y haremos lo mismo con el tomillo. Por último, haremos un pequeño rollo de mantequilla con un tenedor (puede ser sencillamente un trozo de mantequilla de unos 12 gramos) y lo colocaremos sobre cada uno de los filetes.
Por último dejaremos que se cueza en el horno durante 15 a 20 minutos. Cuando veamos que la carne está blanca y opaca, y que al clavar un cuchillo se desmenuza bien, es que está lista.